miércoles, 22 de agosto de 2012

Semblanzas de cinéfilos: Joaquín Aranda

Joaquín Aranda fue, entre otras muchas cosas, crítico de cine de Heraldo de Aragón, pero las veces que coincidí con él en el hall de Renoir Audiorama, mi sensación era que se trataba de un cinéfilo, un gran cinéfilo veterano que seguía apasionándose por el cine.

No encuentro firmas en la prensa local o nacional, hoy en día, con una personalidad como la de Joaquín Aranda, fumador empedernido que siempre llegaba a la sesión con anticipación, especialmente cuando andaba loco por ver la película.  

Joaquín solía pasear por la rampa que hay junto a la fachada del cine.  Echaba un cigarro, otro, otro dentro (cuando todavía había ceniceros), otro arriba, antes de entrar a la sala.   Miraba la cartelería y se interesaba por fechas de futuros estrenos.  Era habitual los viernes, día de estreno, y sabíamos que la crítica aparecería el sábado o domingo.  Cuando una película no le gustaba (generalmente el cine que sigue la corriente fácil, el cine palomitero, el cine tejido en base a patrones reconocibles, el cine tras el cual no se ve un tipo detrás) podía cargársela con la crítica, porque no era tipo de medias tintas.   Cuando le entusiasmaba, este crítico iconoclasta que conoció a Hemingway o Buñuel, que siempre andaba con un libro en la mano, que más de una vez me preguntó que leía yo (cuando me cazaba leyendo en mi silla del hall), la apoyaba con críticas entusiastas.
Venía a ver las películas que le tocaba criticar y las que no le tocaba criticar, repetía películas que le habían gustado (recuerdo su entusiasmo por "Elephant" de Gus Van Sant, o por "Invencible", de Werner Herzog).
Su crítica fue muchas veces decisiva para atraer al cegato público zaragozano, distraído a menudo por lo que se lleva, por lo que hace ruido, por lo publicitado por el imperio de Hollywood, que a veces es bueno, pero otras es gato por liebre.  

Hace poco recordaba en el Levante, con Roberto Sánchez, su decisiva crítica apoyando "Leo", de José Luis Borau. La película parecía que no llegaba a Zaragoza a pesar del premio Goya que Borau se llevó.  La película, ninguneada, fue estrenada de mala manera y Joaquín la apoyó sin contemplaciones.    Este crítico lector era un resistente contra lo políticamente correcto, contra la gente que parece sacada del mismo molde.   Le gustaba la gente distinta, los cineastas únicos, el cine español que hablaba de la gente, de nosotros, de lo que nos rodea.

Borau, Armendáriz, Bertolucci, Kim Ki Duk y otros cineastas con voz propia, independientes o que buscan narrativas que se aparten de lo corriente, eran siempre los que Aranda ayudaba, no dejándose engañar por artefactos y parafernalias publicitarias o por la crítica mayoritaria.

Me preguntaba por "Alatriste" recién anunciada en cartelería del Audiorama.   Falleció en 2006 sin poder verla.    Desde aquel septiembre, Renoir Audiorama, sin uno de sus grandes defensores, fue poco a poco progresivamente más cercado y acechado.

4 comentarios:

  1. Lapelícula de Kin ki duk Primavera,verano,otoño era muy hermosa de espléndida fotografía y paisajes muy sugerentes.El argumento era reflejo de unas exigentes condiciones de vida.En esa línea guardo grato recuerdo de Urga,el territorio del amor rodada en Mongolia y proyectada en los recordados en este blog Historias de los Renoir ,Multicines Buñuel.Renoir y Bueñuel 2 propuestas de cine arriesgado,sin concesiones pero al mismo tiempo emotivo y con sentimientos .

    ResponderEliminar
  2. Sergio, ya sabes que cuentas con nosotros para la plataforma. La "confirmación formal" y propuesta de cita la tienes en el email.
    Saludicos.

    ResponderEliminar
  3. Ya podia haber aprendido algo de él Su sucesora....

    ResponderEliminar
  4. en mi opinion el mejor critico de cine que nunca ha habido en Zaragoza y yo diria el mejor de los diarios españoles que yo leo. Aprendi mucho con sus criticas, y por supuesto no me pedia ni una pelicula que el recomendase.

    ResponderEliminar