CARTA
ABIERTA, 11 de Noviembre de 2013
A
los cinéfilos de Zaragoza, a los antiguos socios del cine Renoir y
a los seguidores de Un Nuevo Renoir
Estimados
amigos,
Ya
no queda nada del cine Renoir de Zaragoza. Una fachada que esconde
unas salas sin butacas, desfiguradas, viejos restos de proyectores,
suciedad, intenso frío. Ya no hay espectadores. A veces
encontramos a algunos desperdigados y preguntan por el sueño de Un
Nuevo Renoir para nuestra
ciudad. Todavía no podemos darles la respuesta que nos gustaría.
Planeamos
una reapertura intentando unir las voluntades que no se unieron para
que no cerrara. Multitud de reuniones, intentos de implicar a quien
pudiera hacerlo factible, búsqueda de aliados que encontró alguno,
pero no la fuerza arrolladora que necesitábamos, ni económica, ni
moral. Apenas nos quedaba la resistencia en unas redes sociales que
apuntaban que había quien pedía en Zaragoza una sala de cine
distinta, sin ánimo de lucro, en versión original, para las
películas que no llegan a la ciudad, para las que llegan dobladas,
para las que se podría ver, para no pensar en el beneficio económico
sino en el moral, en el educativo, en todo lo que el mejor cine es
capaz de traer, porque como dijo Buñuel, ese cine raramente se
encuentra en las grandes producciones.
Seguimos
deseando un espacio en la ciudad para la Zaragoza del futuro, un cine
que reúna a los cinéfilos, a los lectores, a los que creen en el
arte, un Cine que los alimente.
En
nuestro “exilio”, sin cine, desempleados, reunidos en cafés, en
nuestro lazo, buscamos otras ubicaciones, planes económicos, e
intentamos un gesto, un intento de llenar la sala que nos acogió
este verano pasado, la del Pedro Cerbuna, con un estreno en la ciudad
que pretendía ser un termómetro de como estamos.
Y
no estábamos. No
tuvimos la respuesta adecuada y todo se pudrió en el intento de
recuperar nuestro espacio en el viejo local donde estaba Renoir.
Vimos
que los apoyos eran cariñosos, pero escasos, que había que
abandonar territorios que pensamos nos pertenecían, para recluirnos
en nuestra minúscula atalaya, en ese exilio, para pedir ahora la
cesión temporal de un local, un espacio físico para arrancar de
nuevo, que nos permita reunirnos, recuperar voluntades, empezar de
cero y soñar con un Cine para Zaragoza como el que la ciudad merece.
Hacemos
esta llamada en busca de esa cesión de ese local en la ciudad, donde
plantear quizá proyecciones puntuales y un foco del que surja Un
Nuevo Renoir como soñamos.
Un
Nuevo Renoir, 11 noviembre 2013.
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unnuevorenoir@gmail.com
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