En este descanso hay montañas de libros, de películas, de fotografías de estrellas del cine, pero sobre todo hay un refugio, una terapia de cinéfilos que se reunen y escuchan, demostrando que el cine todavía está vivo para ellos, que no es aún un arte de otro tiempo.

Vuelvo a fijarme en los cinéfilos según van exponiendo sus opiniones. Ayer les grababan para un documental. Estuve más de dos horas, saludando a Pepe Laporta, Rafael Alarcón, Juan Carlos Ajenjo, Fernando Gracia y otros habituales que acudían asiduamente a Renoir Audiorama. Por allí está el diploma que nos entregaron por Babel, que estuvo años en el cine y ahora ha vuelto a la tertulia. Pepe, siempre pendiente, me enseña un ejemplar de La Gran Ilusión, el último ejemplar que se editó en papel. Saludo a Julio Cristellys.
Afortunadamente, la Gran Ilusión de los cinéfilos sigue viva, en esta tertulia en la que los cinéfilos se apasionan, se enzarzan y hablan por turno, presididos por Ramón Perdiguer, en un rincón luminoso, único, el de una tertulia cinematográfica, especie en extinción y que afortunadamente, está en plena vigencia en esta Zaragoza atacada, en ese frente de la cultura y la educación, a diario, en medio del desconcierto en que nos encontramos. Ellos resisten y están ahí.
Les dejo antes de que terminen, mientras Luis Betrán defiende "César debe morir", para acudir al Teatro del Mercado, donde actúa Luis Pastor. Al salir, bajo las escaleras y vuelvo al peso de lo cotidiano.
Un libro sobre los 15 años de renoir aUDIORAMA SERÍA UN BROCHE PERFECTO PARA EVOCAR PELICULAS,VIvEnCIAS,IMPRESIONES DE LOS ESPECTADORES,ANECDOTAS.EL LEGADO DELAS MEJORE SALAS QUE HA HABIDO EN Zaragoza en su historia.Sergioseguro tu lo elaborarías con mimo y pasión.Y quien sabe si sería el puente para adentrarse en una aventura casi utópica por unas nuevas salas en algun otro lugar de la ciudad.
ResponderEliminarNunca se sabe. Pensé en un libro cuando aquello terminó. Quizá en el futuro.
ResponderEliminarY otro sobre los Buñuel, los Goya, el Coliseo y el Fleta (éste q lo hagan Vicente, Sagasta y Arturo... y sus tiempos en la mafia).
ResponderEliminarMientras existan cinéfilos apasionados como los de esta tertulia u otros que disfruten compartiendo su pasión, subsistirá la magia del cine. Lo que sucede en tantos Cinemas Paradiso solo cobra sentido con Alfredos, Totós y público cómplice que sepa apreciar lo que se refleja en la pantalla grande.
ResponderEliminarY un libro que relate sus memorias es una gran idea. Para que persista entre letras y no solo en el recuerdo voluble.